Que es la Prostatitis Aguda

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La prostatitis aguda es un tipo de infección bacteriana aguda frecuente, que se diagnostica fácilmente y que suele responder bien al tratamiento antibiótico. El cuadro clínico se caracteriza por aparición súbita con fiebre alta, escalofríos o tiritonas, malestar general, lumbalgias e intensas molestias miccionales que pueden llegar a la retención aguda de orina.

La prostatitis aguda es la inflamación súbita de la próstata.

Esta enfermedad se diagnostica en aproximadamente 2 de cada 10,000 pacientes ambulatorios. El incremento del riesgo se asocia con los hombres entre los 20 y los 35 años de edad que tienen múltiples parejas sexuales y aquellos que se involucran en comportamientos sexuales de alto riesgo, como no usar condón, particularmente en relaciones anales.

La prostatitis aguda es rara en hombres jóvenes. Los hombres mayores de 50 años con agrandamiento de la próstata HIPERPLASIA BENIGNA DE PROSTATA, presentan mayor riesgo de prostatitis debido a la probabilidad aumentada de infección de las vías urinarias.

¿Qué lo ocasiona?

La prostatitis aguda generalmente se origina por una infección bacteriana de la glándula prostática. Cualquier organismo capaz de producir una infección de las vías urinarias puede producir una prostatitis bacteriana aguda. Las bacterias más frecuentes son los Enterococos, Escherichia coli, Klesiella pneumonia, Proteus mirabillis, Pseudomona aeroginosa y el Staphilococus aureus. También algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS) pueden producir prostatitis aguda y se ve típicamente en hombres menores de 35 años, entre éstas están la gonorrea, clamydia y las tricomonas.

Otros medios por los que se puede presentar una prostatitis aguda, es secundaria a una cateterización de la uretra, una cistoscopia, por un trauma, por obstrucción de la salida de la vejiga o por una infección en alguna parte del cuerpo.

SÍNTOMAS

La prostatitis aguda generalmente inicia con escalofríos y fiebre, malestar abdominal inferior (por encima del hueso púbico), dolor perineal y quemadura con la micción (disuria), dolor al eyacular, dolor de espalda baja, dolor con las deposiciones. Los síntomas de prostatitis más avanzadas incluyen reducción del chorro de orina y dificultad urinaria y retención de la orina (incapacidad de vaciar por completo la vejiga).

La prostatitis se puede presentar en conjunto con epididimitis u orquitis, especialmente si es provocada por una ETS, en cuyo caso también pueden presentarse los síntomas de la enfermedad venérea.

Otros síntomas que pueden estar asociados con esta enfermedad son: Sangre en la orina, aumento de la frecuencia, disminución en la fuerza del chorro urinario, dolor en el testículo, semen con sangre y olor desagradable de la orina.

DIAGNÓSTICO

Se establece al practicar un examen físico para evaluar si la próstata se encuentra inflamada, dura, caliente o sensible, además si hay un agrandamiento y dolor en los ganglios linfáticos inguinales, sensibilidad o edema escrotal y secreción uretral.

El análisis de orina y el cultivo se lleva a cabo con tres muestras de orina, siendo la primera el chorro inicial, la segunda a la mitad del chorro y la tercera muestra se recolecta después de dar masaje prostático. Este tercer paso puede ser omitido a consideración del médico, por el riesgo de diseminar la infección.

En los estudios de laboratorio podemos encontrar un aumento de los glóbulos blancos en orina y crecimiento bacteriano, al igual que en las secreciones prostáticas.

Otros estudios pueden estar alterados, como por ejemplo el análisis de orina, el anfígeno prostático especifico (APE).

TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONES

Las prostatitis agudas se solucionan en su mayoría con manejo farmacológico, aunado a una dieta apropiada y un cambio de los hábitos sexuales.

MEDICAMENTOS: Los antibióticos recomendados son el trimetropin con sulfametoxazol, floroquinolonas y los derivados de las tetraciclinas.
Para hombres con prostatitis provocada por una ETS se administra una dosis de 250 mg de ceftriaxone seguida por una serie de 10 días de doxiciclina u ofloxacin. Para otras causas bacterianas el tratamiento estándar consta de trimetropin con sulfametoxazol, ciprofloxacino durante 4 semanas por lo menos, ya que las recurrencias son frecuentes. En casos severos se recomienda la hospitalización y el uso de antibióticos por vía intravenosa.

RECOMENDACIONES

El uso de laxantes suaves puede aliviar las molestias asociadas con las deposiciones. Evitar las sustancias que irritan la vejiga, como alcohol, alimentos y bebidas con cafeína así como jugos cítricos y alimentos calientes o condimentados.

El incremento en la ingestión de líquidos de 2,000 a 3,700 ml diarios, estimula la micción frecuente, lo que ayudará a que se eliminen las bacterias de la vejiga.

CIRUGÍA: La cirugía o instrumentación uretral (cateterización urinaria o cistoscopia) no se recomienda para pacientes con prostatitis aguda.

OTRA TERAPIA: Se recomienda orinar con frecuencia y realizar la evacuación total para disminuir los síntomas de urgencia y frecuencia urinaria.

Si la próstata inflamada obstruye la uretra, la vejiga puede ser incapaz de vaciarse y puede ser necesaria la colocación de un catéter suprapúbico que permita a la vejiga drenar a través del abdomen. Los baños de agua caliente en la tina o los baños de asiento pueden aliviar un poco el dolor perineal y el dolor de espalda bajo asociado con la prostatitis aguda.

PRONÓSTICO

La mayoría de los hombres, a quienes se les ha diagnosticado prostatitis aguda correctamente, llegan a estar asintomáticos una vez finalizado el tratamiento. Los pacientes que han padecido prostatitis aguda son más propensos a una recurrencia y tienen probabilidades de desarrollar una prostatitis crónica.

COMPLICACIONES

Una de las complicaciones es la prostatitis crónica, la cicatrización de la próstata y de la uretra puede conllevar a estrechez permanente de la uretra.

PREVENCIÓN

No todos los tipos de prostatitis se pueden evitar, pero lavarse bien las manos después de defecar y antes de tocar el pene puede evitar la transferencia de bacterias del área rectal al tracto genitourinario. Las prostatitis secundarias a infecciones asociadas con ETS se pueden evitar teniendo un comportamiento sexual seguro.

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